miércoles, 20 de mayo de 2009

LITERATURA DE LA EMANCIPACIÓN


La Emancipación  peruana se ubica entre 1780 con la rebelión de Túpac Amaru y 1827 con la salida del Perú de las tropas colombianas. La Colonia contribuyó grandemente con los ideales de autonomía de criollos y mestizos al acrecentar el laboreo de las minas, el hambre y la miseria, el monopolio comercial; el descontento social se aceleró por influencia  de los ideales de la revolución norteamericana, así como  por los movimientos culturales europeos. La literatura no podía mantenerse ausente en este proceso social, sino más bien contribuyó en el campo ideológico con hombres como Mariano Melgar, Joaquín Olmedo y Joaquín Larriva quienes con su pluma plasmaron los ideales de la sociedad.

 

MARIANO MELGAR (1790 –1815)

 

Mariano Melgar recoge la emoción indígena pero la reviste de nuevas formas en razón de su formación humanística, porque él no es indio sino criollo americano; en él resuena el acento popular. Mariano Melgar es el asimilador y culminador de todo un proceso que dará forma  definitiva al yaraví. Su poesía se enlaza con una tradición e inicia otra, la del yaraví mestizo, en el que confluyen formas aprendidas de la liríca popular y la lírica culta.

 

Importancia:

 

ü      Es el punto de partida de una literatura genuinamente nacional.

ü      Iniciador de un espontáneo romanticismo, desligado de influencias extranjeras.

ü      Dio calidad literaria al yaraví mestizo.

 

SONETOS

 

A SILVIA

 

Bien puede el mundo entero conjurarse

Contra mi dulce amor y mi ternura,

Y el odio infame y tiranía dura

De todo su rigor contra mí armarse;

 

Bien puede el tiempo rápido cebarse

En la gracia y primor de su hermosura,

Para que cual si fuese llama impura

Pueda el fuego de amor en mí acabarse;

 

Bien puede en fin la suerte vacilante,

Que eleva, abate, ensalza y atropella,

Alzarme o abatirme en un instante;

 

Que al mundo, al tiempo y a mi varía estrella,

Más fino cada vez y más constante;

Les diré “Silvia es mía y yo soy de ella”.

 

LA MUJER

 

No nació la mujer para querida,

Por esquiva, por falsa y por mudable;

Y porque es bella, débil, miserable;

No nació para ser aborrecida.

 

No nació para verse sometida,

Porque tiene carácter indomable;

Y pues prudencia en ella nunca es dable,

 no nació para ser obedecida.

 

Porque es flaca no puede ser soltera,

Porque es infiel no puede ser casada,

Por mudable no es fácil que bien quiera.

 

Si no es, para amar o ser amada,

Sola o casada, súbdita o primera,

La mujer no ha nacido para nada.

 

YARAVÍES

 

I

Todo mi afecto puse en una ingrata;

Y ella inconstante me llegó a olvidar.

Si así, si así se trata

Un afecto sincero,

Amor, amor no quiero

No quiero más amar.

 

Juramos yo ser suyo y ella mía:

Yo cumplí, y ella no se acordó más.

Mayor, mayor falsía

Jamás hallar espero

Amor, amor no quiero,

No quiero más amar.

 

Mi gloria fue en un tiempo su firmeza;

Y hoy su inconstancia vil me hace penar.

Fuera, fuera bajeza

Que durara mi esmero,

Amor, amor no quiero,

No quiero más amar.

 

                                               IV


Vuelve, que ya no puedo

Vivir sin tus cariños:

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

Mira que hay cazadores

Que con afán maligno

Te pondrán en sus redes

Mortales atractivos;

Y cuando te hagan preso

Te darán cruel martirio:

No sea que te caen,

Huye tanto peligro.

Vuelve mi palomita

Vuelve a tu dulce nido.

 

        Ninguno ha de quererte

Como yo te he querido.

Te engañas si pretendes

Hallar amor más fino.

Habrá otros nidos de oro,

Pero ti vertió mi pecho,

        Sus primeros gemidos,

vuelve mi palomita,

vuelve a tu dulce nido.

 

Bien sabes que yo, siempre

En tu amor embebido,

Jamás toqué tus plumas,

Ni ajé tu albor divino;

Si otro puede tocarlas

Y disipar su brillo,

Salva tu mejor prenda,

Ven a seguro asilo.

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

¿Por qué, dime, te alejas?

¡Por qué con odio impío

dejas un dueño amante

por buscar precipicios?

¿Así abandonar quieres

tu asiento tan antiguo?

¿Conque así ha de quedarse

el corazón herido?

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

       

No pienses que haya entrado

Aquí otro pajarillo:

 

No, palomita mía,

Nadie toca este sitio,

Tuyo es mi pecho entero,

Tuyo es este albedrío;

Y por ti sola clamo

Con amantes suspiros

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.              

 

Yo sólo reconozco

Tus bellos coloridos,

Yo sólo sabré darles

Su precio merecido,

Yo sólo así merezco

Gozar de tu cariño;

Y tú sólo en mí puedes

Gozar días tranquilos.

 

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

No seas, pues, tirana:

Haz las paces conmigo:

Ya de llorar cansado

Me tiene tu capricho,

No vuelvas más, no sigas

Tus desviados giros,

Tus alitas doradas

Vuelve a mí, que ya expiro.

 

Vuelve, que ya no puedo

Vivir sin tus cariños,

Vuelve sin tus cariños,

Vuelve mi palomita

Vuelve a tu dulce nido.

2 comentarios:

  1. hola me sirvio de muho esto para hacer mi trabajo graciasssssss infinitassssss

    sandrislovely.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias me salvaste necesitaba esta información GRACIAS!!!

    ResponderEliminar