miércoles, 20 de mayo de 2009

LITERATURA INCAICA


GENERALIDADES
Llamada también etapa Prehispánica. Como los incas no conocieron la escritura, se pretende negar muchas veces la autenticidad de nuestras creaciones literarias. Siendo, lamentablemente, la destrucción del imperio Incaico lo que opacó la madurez de nuestra literatura. Largamente desconocida, la producción artística del período prehispánico (especialmente vinculada con el Imperio de los Incas), en el territorio centro-andino (correspondiente a Ecuador, Perú, Bolivia y Chile) tuvo manifestaciones en formas poéticas (en lengua quechua o runa simi) denominadas harawis (poesía lírica) y hayllis (poesía épica), a cargo de un aeda, denominado harawec. Estas manifestaciones formaban parte del quehacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias, peleas, guerras, etc. estaban enmarcadas en una ritualización expresada a través del arte.
Junto a la poesía también existieron relatos orales que expresaban la cosmología del mundo andino (mitos de creación, diluvio, etc.). Muchos de estos relatos (y poesías) han llegado a nuestros días de forma diferida, plasmados en los trabajos de los primeros cronistas (el Inca Garcilaso recupera poesía quechua, mientras que Guamán Poma de Ayala relata el mito de las cinco edades del mundo).

CARACTERÍSTICAS
Las principales características de la literatura incaica fueron:
· No existía la escritura, solo el lenguaje oral.
· Presenta anonimato ya que desdeña la individualización
· Actitud clasista.
· La poesía estaba unida a la música y la danza.
· Tendencia agrarista y colectivista.
· Carácter panteísta y cosmogónico.

GÉNEROS

I. LA ÉPICA INCAICA

MITO DE CUNIRAYA WIRAQOCHA Y KAWILLAKA

Primitivamente es Cuniraya Wiraqocha caminaba muy pobremente vestido. Su manto y su túnica se veían llenos de roturas y remiendos. Los hombres, aquellos que no le conocían, se figuraban que era un infeliz piojoso y le menospreciaban. Pero él era el conductor de todos estos pueblos. Con su sola palabra hacía que fuesen abundantes las cosechas, hacía aparecer bien murados los andenes y con sólo arrojar una flor de caña llamada pupuna dejaba abiertos y establecidos los acueductos. Luego anduvo realizando muy útiles trabajos, empequeñeciendo con su sabiduría a los dioses de los otros pueblos.

En aquellos mismos tiempos vivía una diosa llamada Kawilaka. Se mantenía siempre virgen y porque era muy hermosa no había dios, fuera mayor, fuera menor, que deseoso de yacer con ella, no la enamorase. Pero ella nunca admitió a ninguno. De esa manera, sin permitir que nadie la tentase, pasaba los días tejiendo al pie de un lúcumo. Pero Kuniraya, valiéndose de su sabiduría, se convirtió en un pájaro y fue a posarse entre el ramaje del árbol. Allí, tomó una lúcuma madura introduciendo en ella su simiente la dejó caer muy cerca de la mujer. Ésta se comió muy contenta la fruta. De esa sola manera, sin que varón alguno se le hubiese aproximado, la diosa apareció encinta. Como sucede con todas las mujeres en tal estado, a los nueve meses Kawillaka tuvo que dar a luz, a pesar de su doncellez. Por espacio de un año alimentó al niño con el pecho, preguntándose continuamente para quién pudo haberlo concebido.


Transcurrido el año y cuando el niño comenzó a caminar a gatas, Kawillaka convocó un día a todos los dioses, mayores y menores, pensando que este modo sería dado a conocer el padre de su hijo. Al oír el llamado, todos ellos acudieron ataviados con sus mejores vestiduras, cada uno ansioso de ser el preferido de la diosa.

Esta reunión se realizó en Anchiqhöcha, que era el lugar donde la diosa residía. No bien tomaron asiento todos los dioses, mayores y menores, la mujer les dirigió estas palabras:

Ved, señores y nobles varones, reconoced a este niño. ¿Cuál de vosotros pudo haberme fecundado? ¿Tú? ¿Tú?- fue así preguntándoles uno por uno, a solas.

Y ninguno de ellos pudo decir: “Ese es mi hijo”. Por su parte, aquél que hemos llamado Cuniraya Wiraqöcha había tomado asiento a un extremo y al verlo en esa traza tan lastimosa Kawillaka no se dignó preguntarle, pensando con menosprecio: “¿Ese menesteroso fuera el padre de mi hijo?”.

En vista de que ninguno de esos apuestos varones pudo decir: “Ese es mi hijo”, la diosa le dijo al niño:

- Anda, hijo mío, y reconoce tú mismo a tu padre.
Y dirigiéndose a los dioses, dijo:
- Si alguno de vosotros es su padre, a él se encaramará el niño.
Entonces el pequeñuelo fue caminando a gatas y empezando de un extremo recorrió la fila de dioses sin detenerse ante ninguno, hasta que llegando al otro extremo, allí donde se sentaba su padre, se puso a trepar a los muslos de él, presuroso y regocijado.
Al ver aquello, la madre montó en cólera y gritó:
- ¡Qué horror! ¿Yo hubiese dado a luz un hijo de semejante desdichado?
Luego tomó en brazos al niño y huyó hacia el mar. En medio del asombro de los demás dioses, Cuniraya Wiraqöcha apareció vestido con un traje de oro y exclamó:
- ¡Presto me amará ella!
Y lanzó en seguimiento de la diosa diciéndole:
- Hermana Kawillaka, vuelve a mí los ojos! ¡Mírame cuán decente ya estoy!
Y haciendo resplandecer su traje de oro se detuvo. Empero Kawillaka no volvió los ojos hacia el dios y siguió huyendo.
- Voy a desaparecer dentro del mar, ya que hube dado a luz un hijo de tan horroroso y despreciable varón, decía enderezando hacia el mar.
Como Cuniraya pensaba que Cahuillaca voltearía a verlo, la seguía a distancia llamándola y gritándole continuamente. Entonces se encontró con un cóndor y le preguntó: -”Hermano, ¨dónde te encontraste con esa mujer?”, -”Aquí cerca está, ya casi la vas alcanzando” le respondió el cóndor. Por darle esa respuesta Cuniraya le dijo al cóndor: -”Siempre vivirás alimentándote con todos los animales de la puna, y cuando mueran tú sólo te los comerás, y si alguien te mata, él también morirá”
El huaca siguió en su carrera en pos de Cahuillaca, encontrándose con una zorrina. -”Hermana” le preguntó, “¨En donde te has encontrado con esa mujer?”
La zorrina le respondió: -”Ya no la alcanzarás, está muy lejos”-. Por darle esa mala noticia el huaca le dijo: -”Por lo que me has contado, te condeno a que camines sólo de noche, odiada por los hombres y apestando horriblemente”. Más abajo en su camino se encontró con un puma. -”Ella todavía anda por aquí; ya te estás acercando” le dijo el puma.
Por darle tan buenas noticias Cuniraya le respondió: -”Comerás las llamas del hombre culpable, y si alguien te mata te hará bailar primero en una gran fiesta, y todos los años te sacará sacrificándote una llama” (De este modo Cuniraya le confiere al puma categoría para ser adorado, y manda además que todos los años se celebre una fiesta en su honor, en la que se bailará y se sacrificará una llama en su honor) También se encontró con un zorro. Al preguntarle por Cahuillaca el zorro le dijo que se encontraba ya muy lejos y que no la alcanzaría.
Por esto le dijo al zorro: -”Aunque andes a distancia, los hombres llenos de odio te tratarán de zorro malvado y desgraciado. Y cuando te maten te botarán a tí y a tu piel como algo sin valor”. El halcón, con quién también se encontró, le auguró que pronto la alcanzaría. Por ello le contestó el huaca: -”Tendrás mucha suerte, y cuando comas primero almorzarás picaflores. El hombre que te mate llorará tu muerte, y sacrificará una llama en tu honor, y bailará poniéndote sobre su cabeza para que resplandescas allí”.
Enseguida se encontró con unos loros, quienes le dijeron que ya no la alcanzaría. Por ello Cuniraya les maldijo así: -”Andareís gritando muy fuerte, y cuando los escuchen, sabiendo que tienen la intención de destruir los cultivos, sin tardar los hombres os ahuyentarán y habrán de vivir sufriendo mucho, odiados por ellos”. De este modo, cada vez que se encontraba con alguien que le daba una buena noticia le auguraba un buen porvenir, y si se encontraba con alguien que le daba malas noticias lo maldecía. Sin embargo, a madre se arrojó con su hijo al agua y ambos se convirtieron en rocas. Ahora mismo, en el profundo mar de Pachacámac, se empinan dos rocas imponentes que parecen seres humanos sentados.

Cuando Cuniraya legó hasta el mar donde se encontraban dos hijas de Pachacamac custodiadas por una serpiente. Pero poco antes, la madre de éstas: Urpayhuachac, había entrado al mar a visitar a Cahuillaca.
Aprovechando esta ausencia Cuniraya violó a la menor de las hijas. Cuando quiso hacer lo mismo con la otra, ésta se transformó en paloma y voló. Es por esto que a su madre le llaman Urpayhuachac: la que pare palomas. En ese tiempo no habían peces en el agua. Solo Urpayhuachac los criaba en un estanque que estaba dentro de su casa. Cuniraya, enfadado porque había ido a visitar a Cahuillaca arrojó todos los peces del estanque al mar. Y es por esto que el mar, ahora, se encuentra poblado de peces. Cuando la hija menor de Urpayhuachac le contó lo que Cuniraya le había hecho, se encolerizó y se decidió por matarlo. Para ello tramó un astuto plan. Urpayhuachac llamó a Cuniraya con el pretexto de quitarle las pulgas. Este aceptó. Pero al mismo tiempo hacía crecer una gran peña para que le callera encima al huaca y lo aplastara.
Pero éste, con gran astucia, se dio cuenta de las verdaderas intenciones de Urpayhuachac, y huyó del lugar.
Desde entonces Cuniraya Huiracocha anda por el mundo engañando a huacas y hombres.

VIDEO: MITO DE CUNIRAYA Y CAHUILLACA

LITERATURA DE LA CONQUISTA

Realizada la conquista, los españoles destruyen la estructura del Imperio Incaico e imponen una nueva orientación a la vida obstruyendo el desarrollo normal de nuestra cultura. La lengua oficial es ahora el español y la Literatura española encuentra eco en nuestro territorio. Las manifestaciones literarias más frecuentes en esta época fueron las coplas y los romances, pero sobretodo destacan las crónicas.

Cronistas:

A. ESPAÑOLES: Pedro Cieza de León, Pedro Sarmiento de Gamboa, Cristóbal de Molina, Miguel Cabello de Balboa, Martín de Murúa, Juan de Betanzos, Agustín de Zárate, Francisco de Jerez, Cristóbal de Mena, Fernando de Montesinos, etc.
B. ÍNDIGENAS: Felipe Guamán Poma de Ayala, Titu Cusi Yupanqui, Juan Santa Cruz Pachacuti, etc.
C. MESTIZOS: Inca Garcilaso de la Vega, Blas Valera, etc.


GARCILASO DE LA VEGA “EL INCA”
(EL PRIMER MESTIZO BIOLÓGICO Y ESPIRITUAL DE AMÉRICA)


“COMENTARIOS REALES”

• GÉNERO : Narrativa
• ESPECIE : Crónica

Primera Parte (1609)
Trata de la historia del Perú preincaico hasta los tiempos de Atahualpa. Entrelaza libremente la historia interna (la de la cultura y la civilización indígenas) con la historia externa (política y militar) pautada por la sucesión de los Incas. Agrupa y separa múltiples y variados asuntos de la historia interna del imperio, interrumpiendo ésta para narrar los acontecimientos políticos y militares de los sucesivos Incas, el curso de sus conquistas y la minuciosa y pintoresca relación de las circunstancias y caracteres personales de cada uno. Su exposición comprende cultura y civilización, religión y culto, instituciones sociales y políticas, costumbres, técnica, poesía, música, ideas generales básicas o filosofía, monumentos, construcciones materiales de uso privado o público, viviendas, caminos, puentes, flora, fauna, metales y piedras preciosas, ganados y plantas útiles, etc. Este contenido es de proporciones y caracteres enciclopédicos.

Aunque tuvo presente a otros cronistas, en especial la obra perdida del padre Blas Valera, procuró informarse directamente en relaciones con los supervivientes incas, cuya lengua aprendió en la niñez. Es importante reconocer en Garcilaso el afán polémico de rectificar a otros cronistas y la proyección de su propia personalidad como autor competente debido a su insistente manifestación de dominio lingüístico del quechua y de su doble origen inca y español.

Segunda Parte (1617)
Se publicó con el título de Historia General del Perú, y no con el de Comentarios Reales, reiterado e invariablemente empleado por el autor. Es una crónica de las guerras civiles entre los conquistadores, las que por sus terribles caracteres y consecuencias se sobreponen históricamente a lo que en sí constituye el proceso de la conquista. El relato de las crueldades de Atahualpa contra su hermano Huáscar, bárbaramente aniquilado con sus parientes y las primeras referencias a la llegada de los españoles, sirve de transición entre los dos grandes núcleos históricos de los Comentarios: de las sangrientas guerra civiles entre los últimos Incas, se pasa a las no menos violentas en que se diezmaron los conquistadores españoles.

En esta segunda parte, es importante la motivación sicológica del autor: investiga, acumula, clasifica, valora y utiliza a los materiales históricos en calidad de testigo interesado de los acontecimientos, o de pariente, amigo o enemigo de los actores. Un aspecto relevante radica en la intención de rehabilitar la figura del padre, calumniado ante los personeros de la corona por adversarios surgidos en el curso de tales hechos.
A lo específicamente histórico, se añade elementos literarios, expresivos y bien perfilados e intencionados retratos; frecuentes citas históricas, corroborantes o defensivas; reflexiones filosóficas y morales.

• COMENTARIO

Los Comentarios Reales constituyen una obra de vasta proyección indigenista en la que lo histórico es lo sustancial; su representación y comunicación, la finalidad básica; lo literario es un componente funcional y complementario con respecto al objetivo histórico; sin embargo, adquiere posiciones dominantes en la tonalidad elegíaca y dramática de todo el conjunto de la obra. Se reconoce en el estilo de Garcilaso a un prosista experto, armónico y sereno. Por la calidad artística de su obra es considerado el mejor prosista de los tiempos de la dominación colonial española.

EL ORIGEN DE LOS INCAS, REYES DEL PERÚ

FRAGMENTO

Nuestro padre el sol, viendo a los hombres como te he dicho, se apiadó y tuvo lástima de ellos y envió del cielo a la tierra un hijo y una hija de los suyos para que los doctrinasen en el conocimiento de nuestro padre el sol para que lo adorasen y tuviesen por su dios. Y para que les diesen preceptos y leyes en que viviesen como hombres en razón y urbanidad, para que habitasen en casa y pueblos poblados, supiesen labrar las tierras cultivar las plantas y mieses, criar ganados y gozar de ellos y de los frutos de la tierra como hombres racionales y no como bestias.
Con esta orden y mandato puso nuestro padre sol estos dos hijos suyos en la laguna Titicaca, que está a 80 leguas de aquí.
Y les dijo que fuesen por donde quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procurasen hincar en el suelo una barrilla de oro de media vara de largo y dos dedos de grueso que les dio para señal y muestra: que donde aquella barra se les hundiese con sólo un golpe que con ella diesen en tierra, allí quería el sol nuestro padre que parasen e hiciesen su asiento y corte. A lo último, les dijo:
Cuando hayáis reducido esas gentes a nuestro servicio los mantendréis en razón y justicia, con piedad, clemencia y mansedumbre haciendo en todo oficio de padre piadoso para con sus hijos tiernos y amados, a imitación y semejanza mía que a todo el mundo hago bien: que les doy mi luz y claridad para que vean y hagan sus haciendas y les caliento cuando tienen frío.

Y crío sus pastos y sementeras, hago fructificar sus árboles y multiplico sus ganados, lluevo y sereno a sus tiempos. Y tengo cuidado de dar una vuelta cada día al mundo para ver las necesidades que en la tierra se ofrecen, para proveerlas y socorrerlas como sustentador y bienhechor de las gentes.
Quiero que vosotros imitéis este ejemplo como hijos míos, enviados a la tierra sólo la doctrina y beneficio de esos hombres que viven como bestias. Y desde luego os constituyo y nombro por reyes y señores de todas las gentes que así doctrinareis con vuestras buenas razones, obras y gobierno.

Habiendo declarado su voluntad nuestro padre el sol a sus dos hijos, los despidió de sí. Ellos salieron de Titicaca y caminaron al septentrión. Y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundió. Así entraron en una venta o dormitorio pequeño, que está siete u ocho leguas al mediodía de esta ciudad, que hoy llaman Pacárec Tampu (que quiere decir “venta o dormida que amanece”). Púsole este nombre el inca porque salió de aquella dormida al tiempo que amanecía. Es uno de los pueblos que este príncipe mandó poblar después y sus moradores se jactan hoy grandemente del nombre, porque lo impuso nuestro inca.
“de ahí él y su mujer, nuestra reina, a este valle del Cozco, que entonces todo él estaba hecho montaña brava”.



VIDEO:INCA GARCILASO DE LA VEGA

Interesante video sobre el Inca Garcilaso de la Vega




LITERATURA COLONIAL

Llamada también “Literatura Hispánica”. Se inicia en con la instauración del Virreinato en el Perú, y se prolongó, hasta fines del siglo XVIII.
Las etapas de la Literatura colonial son:

A. ETAPA CLÁSICA (parte del s. XVI y s. XVII)
Recibe influencia de los más distinguidos poetas de la Edad de oro. Destacan:
• Amarilis “Epístola a Belardo”
• Fray Diego de Hojeda “La Cristiana”
• Diego Dávalos y Figueroa “Miscelánea austral”
• Pedro de Oña “El Arauco domado”
• Juan de Miramontes y Zuázola “Armas antárticas”
• Mejía de Fernangil “Parnaso antártico”

B. ETAPA CULTERANA (s. XVII – s. XVIII)
Influencia de Góngora y su escuela culterana. Sobresalen:
• Juan de Espinoza y Medrano (El lunarejo) “Apologético a favor de don Luis de Góngora”
• Juan del Valle y Caviedes “El diente del Parnaso”

C. ETAPA DE AFRANCESAMIENTO (mediados del s. XVIII – 1780)
Influencia cultural de Francia (vía España). Esta actitud neoclásica se encuentra en:
• Pedro Peralta y Barnuevo “Lima fundada”
• Pablo de Olavide
• Pedro José Bermúdez
• “Concolorcorvo”

LITERATURA DE LA EMANCIPACIÓN


La Emancipación  peruana se ubica entre 1780 con la rebelión de Túpac Amaru y 1827 con la salida del Perú de las tropas colombianas. La Colonia contribuyó grandemente con los ideales de autonomía de criollos y mestizos al acrecentar el laboreo de las minas, el hambre y la miseria, el monopolio comercial; el descontento social se aceleró por influencia  de los ideales de la revolución norteamericana, así como  por los movimientos culturales europeos. La literatura no podía mantenerse ausente en este proceso social, sino más bien contribuyó en el campo ideológico con hombres como Mariano Melgar, Joaquín Olmedo y Joaquín Larriva quienes con su pluma plasmaron los ideales de la sociedad.

 

MARIANO MELGAR (1790 –1815)

 

Mariano Melgar recoge la emoción indígena pero la reviste de nuevas formas en razón de su formación humanística, porque él no es indio sino criollo americano; en él resuena el acento popular. Mariano Melgar es el asimilador y culminador de todo un proceso que dará forma  definitiva al yaraví. Su poesía se enlaza con una tradición e inicia otra, la del yaraví mestizo, en el que confluyen formas aprendidas de la liríca popular y la lírica culta.

 

Importancia:

 

ü      Es el punto de partida de una literatura genuinamente nacional.

ü      Iniciador de un espontáneo romanticismo, desligado de influencias extranjeras.

ü      Dio calidad literaria al yaraví mestizo.

 

SONETOS

 

A SILVIA

 

Bien puede el mundo entero conjurarse

Contra mi dulce amor y mi ternura,

Y el odio infame y tiranía dura

De todo su rigor contra mí armarse;

 

Bien puede el tiempo rápido cebarse

En la gracia y primor de su hermosura,

Para que cual si fuese llama impura

Pueda el fuego de amor en mí acabarse;

 

Bien puede en fin la suerte vacilante,

Que eleva, abate, ensalza y atropella,

Alzarme o abatirme en un instante;

 

Que al mundo, al tiempo y a mi varía estrella,

Más fino cada vez y más constante;

Les diré “Silvia es mía y yo soy de ella”.

 

LA MUJER

 

No nació la mujer para querida,

Por esquiva, por falsa y por mudable;

Y porque es bella, débil, miserable;

No nació para ser aborrecida.

 

No nació para verse sometida,

Porque tiene carácter indomable;

Y pues prudencia en ella nunca es dable,

 no nació para ser obedecida.

 

Porque es flaca no puede ser soltera,

Porque es infiel no puede ser casada,

Por mudable no es fácil que bien quiera.

 

Si no es, para amar o ser amada,

Sola o casada, súbdita o primera,

La mujer no ha nacido para nada.

 

YARAVÍES

 

I

Todo mi afecto puse en una ingrata;

Y ella inconstante me llegó a olvidar.

Si así, si así se trata

Un afecto sincero,

Amor, amor no quiero

No quiero más amar.

 

Juramos yo ser suyo y ella mía:

Yo cumplí, y ella no se acordó más.

Mayor, mayor falsía

Jamás hallar espero

Amor, amor no quiero,

No quiero más amar.

 

Mi gloria fue en un tiempo su firmeza;

Y hoy su inconstancia vil me hace penar.

Fuera, fuera bajeza

Que durara mi esmero,

Amor, amor no quiero,

No quiero más amar.

 

                                               IV


Vuelve, que ya no puedo

Vivir sin tus cariños:

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

Mira que hay cazadores

Que con afán maligno

Te pondrán en sus redes

Mortales atractivos;

Y cuando te hagan preso

Te darán cruel martirio:

No sea que te caen,

Huye tanto peligro.

Vuelve mi palomita

Vuelve a tu dulce nido.

 

        Ninguno ha de quererte

Como yo te he querido.

Te engañas si pretendes

Hallar amor más fino.

Habrá otros nidos de oro,

Pero ti vertió mi pecho,

        Sus primeros gemidos,

vuelve mi palomita,

vuelve a tu dulce nido.

 

Bien sabes que yo, siempre

En tu amor embebido,

Jamás toqué tus plumas,

Ni ajé tu albor divino;

Si otro puede tocarlas

Y disipar su brillo,

Salva tu mejor prenda,

Ven a seguro asilo.

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

¿Por qué, dime, te alejas?

¡Por qué con odio impío

dejas un dueño amante

por buscar precipicios?

¿Así abandonar quieres

tu asiento tan antiguo?

¿Conque así ha de quedarse

el corazón herido?

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

       

No pienses que haya entrado

Aquí otro pajarillo:

 

No, palomita mía,

Nadie toca este sitio,

Tuyo es mi pecho entero,

Tuyo es este albedrío;

Y por ti sola clamo

Con amantes suspiros

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.              

 

Yo sólo reconozco

Tus bellos coloridos,

Yo sólo sabré darles

Su precio merecido,

Yo sólo así merezco

Gozar de tu cariño;

Y tú sólo en mí puedes

Gozar días tranquilos.

 

Vuelve mi palomita,

Vuelve a tu dulce nido.

 

No seas, pues, tirana:

Haz las paces conmigo:

Ya de llorar cansado

Me tiene tu capricho,

No vuelvas más, no sigas

Tus desviados giros,

Tus alitas doradas

Vuelve a mí, que ya expiro.

 

Vuelve, que ya no puedo

Vivir sin tus cariños,

Vuelve sin tus cariños,

Vuelve mi palomita

Vuelve a tu dulce nido.

VIDEO: YARAVIES DE MELGAR